Arequipa, la segunda ciudad más grande del Perú, se encuentra a 2325 msnm y está situada entre tres volcanes, el Misti, el Chachani y el Pichu Pichu. Es conocida como la ciudad blanca debido a sus construcciones hechas en sillar, un tipo de piedra volcánica blanca. El casco viejo de esta ciudad colonial está declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Habíamos leído sobre lo bonita que era, pasamos aquí un día y medio de camino entre Puno y Nazca, y no nos defraudó.
En su centro histórico se encuentra la Plaza de Armas, tres de sus lados están bordeados por balcones con columnas y en el cuarto se encuentra la Catedral.
Pasear por sus calles es muy agradable, pero además de su paisaje tiene unas visitas muy interesantes:
Museo de Santuarios Andinos
Este museo está dedicado principalmente a la momia de una niña inca de unos doce años que fue sacrificada a los dioses, fue encontrada en 1995 cerca de la cumbre del volcán Ampato, en un estado de conservación extraordinario, debido a las bajas temperaturas, a pesar de tener cerca de 500 años. Es una visita realmente interesante, dura aproximadamente una hora, comienza con un corto que habla sobre la expedición que la encontró, continúa con un recorrido con guía por unas salas en las que se encuentran distintos objetos relacionados y finaliza con la urna en la que se encuentra congelada “Juanita”, como se conoce a la momia.
La entrada cuesta 20 soles (5€ aproximadamente), más la propina que se le quiera dar al guía (opcional).
Monasterio de Santa Catalina
Visita obligatoria en la ciudad, este complejo de 20000 m2, es casi una ciudadela dentro de la ciudad. Fue fundado en 1580 por una rica viuda, las religiosas que allí vivieron eran, principalmente, de familias adineradas, solían tener sirvientas y, en función de su condición económica, sus aposentos eran austeros o con más lujos. Adentrarse por sus calles, de nombres de ciudades españolas, es como hacerlo en un pueblo español.
Es un lugar precioso, con una atmósfera que transmite tranquilidad y muy fotogénico. La visita lleva un par de horas, la entrada cuesta 45 soles (unos 10€), no incluye servicio de guía, pero lo puedes contratar aparte. Nosotros lo visitamos por nuestra cuenta. Para más información http://www.santacatalina.org.pe/index.php/es/ .
Tras una mañana dedicada a las dos visitas anteriores, buscamos donde comer y lo hicimos en Hatunpa, un pequeño restaurante dedicado a la papa peruana, todos los platos tienen este ingrediente como base y va acompañado de diversas guarniciones. Totalmente recomendable. Y es que en Perú tienen papas buenísimas y de todos los colores. Aquí descubrimos que el Día de Canarias es también el Día Nacional de la Papa en Perú, una bonita coincidencia.
Con la barriguita llena, nos dirigimos hacia el barrio de Yanahuara, un lugar tranquilo en el que hay un mirador con vistas a la ciudad y al Misti.
Aunque mis vistas favoritas son las que vimos de camino, por el puente Grau, que conecta el centro con este barrio, ya que desde ahí hay una vista preciosa de los volcanes.
De regreso al centro, un paseo por sus calles…
Por cierto, después de varios viajes echándolo en falta, fue aquí donde compramos el palo selfie para la GoPro 😂
Ya al atardecer pasamos un buen rato sentados en las escaleras de la Catedral, viendo a la gente pasar.
Llegada la noche, recogimos nuestro equipaje y nos subimos al bus nocturno de la compañía Cruz del Sur, la más recomendable para este tipo de trayectos por su seguridad y comodidad, nueve horas más tarde estaríamos en Nazca.
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Un post genial y unas fotos guapísimas!! 😍👏🏻👏🏻 Ole, ole, a seguir así.
Gracias Eliana! ❤️