La Cueva del Viento es el quinto tubo volcánico más grande del mundo, los cuatro primeros se encuentran en Hawaii, no obstante la que nos ocupa es la más laberíntica de todas y cuenta con unas características geomorfológicas únicas. Se formó hace unos 27.000 años, por las coladas de lava procedentes de la erupción del volcán Pico Viejo.
Se encuentra situada en el norte de Tenerife, en el municipio de Icod de los Vinos. Como medida de conservación, y para posibilitar su estudio, está declarada como Reserva Natural Especial y para visitarla es obligatorio hacerlo con un guía. Su nombre proviene de las corrientes de aire que se producen en el interior.
Es recomendable comprar la entrada con antelación, ya que la visita se hace en grupos reducidos y suelen estar completos. Llegar hasta el centro de visitantes es sencillo, una vez en Icod de los Vinos, hay numerosas señalizaciones que indican el camino.
La visita comienza en el centro de visitantes, donde el guía comienza la explicación sobre este tipo de formaciones y los tipos de lava. Luego, el grupo es trasladado en minivan hasta la zona en la que comienza el recorrido a pie. Se hace un pequeño sendero hasta la entrada de la cueva
por el que se pueden apreciar algunas formaciones de lava. Se recorre parte de un camino real, un camino construido, después de la conquista de las islas, por orden de la Corona de Castilla, del ancho suficiente para el paso de dos mulas y utilizado para unir poblaciones.
Una vez en la cueva se recorre una pequeña sección de la misma, tan sólo 250 m., es así en pro de la conservación, ya que tan sólo con nuestra respiración, poco a poco, modificamos el entorno. La cueva está totalmente a oscuras, la iluminación procede únicamente de los frontales que los visitantes llevan en los cascos y una linterna del guía, lo que hace de la visita algo muy auténtico. Además las explicaciones durante el recorrido son muy buenas.
De vuelta al exterior, se regresa al transporte por otro sendero. El paisaje de la zona es hermoso, sobre todo en primavera cuando está mucho más verde y florido.
Para finalizar la visita, de nuevo en el centro de visitantes, se observan varios paneles sobre la fauna de la cueva, principalmente insectos que se han adaptado a las condiciones de vida en la misma, algunas especies son endémicas.
En conclusión, es una visita muy interesante y recomendable, ya que te acerca a comprender las formaciones volcánicas, algo fundamental en las Islas Canarias.
¿Te animarías a visitarla? Si ya lo has hecho, ¿qué te pareció? Déjanos tu comentario 🙂