Yosemite está considerado como uno de los parques nacionales más bellos de Estados Unidos y no nos extraña… Las cascadas, los animales, las secuoyas gigantes y cada estampa de sus paisajes hicieron que esta visita fuese mágica.
Durante el verano se puede acceder a todo el parque, pero también es cuando más gente lo visita, durante el invierno son habituales los cierres de carretera por las nevadas, o bien la obligatoriedad del uso de cadenas, así que siempre es recomendable consultar el estado de las carreteras antes de dirigirse hasta alguna de sus cuatro entradas principales. Nuestra visita fue en primavera, concretamente en Mayo, ideal porque las cascadas estaban en todo su esplendor.
Accedimos por la entrada sur, por la Hwy 41, ya que veníamos de pasar la noche en Bakersfield. Habíamos leído que el acceso por Tioga Pass (Hwy 120 E) tiene preciosas vistas, pero estaba cerrado en esa fecha. Pasamos dos noches en el parque, decidimos alojarnos en Fish Camp, cerca de la entrada sur, porque fue la mejor opción que encontramos en relación calidad – precio, pero hay muchas otras opciones tanto en los pueblos que colindan con el parque como en el valle central y también se puede acampar.
Hay gran variedad de senderos por todo el parque. A continuación, te contaremos los senderos que nosotros hicimos, pero hay muchos más.
Ya que llegamos por la entrada sur, lo primero que visitamos fue el área de Wawona. Aquí se encuentra el bosque Mariposa Grove, con una gran concentración de secuoyas gigantes, de hasta 2700 años de antigüedad. No te pierdas el pasear entre estos colosos, es una experiencia inolvidable.
Hay varias secuoyas populares, como son: Grizzly Giant, la más antigua, California Tunnel Tree, que sobrevivió pese a ser cortada, Bachelor and Tree Graces, un grupo de cuatro y The Faithful Couple, que se encuentran unidas. Todas están señalizadas con sus nombres.
Para favorecer su reproducción se recurre a incendios controlados, así que no te extrañe ver algunas zonas quemadas.
También en la zona de Wawona, el mismo día, hicimos el sendero de Chilnualna Falls, dicen que es de los más bonitos del parque, tiene una distancia de 13,8 km, ida y vuelta, no lo hicimos entero porque lo empezamos tarde y no queríamos que se nos hiciera de noche, especialmente después de haber visto este cartel.
El sendero va ascendiendo junto a un riachuelo que tiene varios tramos en cascada.
A medida que se va ascendiendo se tiene acceso a estas vistas:
Y para rematar el paseo, vimos una serpiente:
Al día siguiente nos dirigimos al valle de Yosemite, la primera parada fue en el mirador Tunnel View, desde donde el paisaje es impresionante:
Nuestro primer sendero del día fue subir hasta lo alto de Vernal Fall, la primera parte del paseo se llama Vernal Fall Footbridge, en total no llega a 4 km.
Por la parte que asciende a la cima de la cascada nos empapamos, habría estado bien llevar un chubasquero, al estar tan cerca de la cascada el agua que salpicaba parecía lluvia.
Luego hicimos el sendero hasta el Lake Mirror, que como su nombre indica parece un espejo. Hay dos caminos, uno corto de 3 km y otro de 8 km, que da la vuelta al lago. Elegimos el segundo.
Encontramos un área en la que podías bañarte, está claro que el agua es del deshielo porque estaba MUY fría, Jony se bañó, yo me conformé con mojarme los pies.
Después del baño, comer algo y reponer fuerzas, nos acercamos hasta la base de Yosemite Fall, es la cascada más alta de Estados Unidos, con una caída de 739 m. en tres alturas. El camino hasta la base, Lower Yosemite Fall Trail, tiene una distancia de 1.6 km y es muy sencillo.
Para terminar el día, una última vista del valle desde el mirador Valley View:
Y así terminaron estos casi dos días en Yosemite N.P. , a la mañana siguiente seguimos nuestra ruta hacia San Francisco.
*Todas las fotografías son nuestras